María José está desparecida desde hace seis días; ya activaron el Protocolo Alba
Fue vista por última vez con su bicicleta al salir de su domicilio ubicado en la colonia Santa Ana de Valladolid. Su madre teme que sea víctima de algún delito y que se aprovechen de su vulnerabilidad para explotarla.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 22 de junio del 2021.- La joven María José Nahuat Alcocer tiene 26 años y la última vez que su familia la vio en casa fue el miércoles 16 de junio. El sábado siguiente, su madre Leydi Cristina Alcocer López acudió a la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) en Valladolid para interponer la denuncia por su desaparición y solicitar su búsqueda, pero hasta hoy, cuatro días después, se activó el Protocolo Alba.
Fue vista por última vez con su bicicleta al salir de su domicilio ubicado en la colonia Santa Ana de Valladolid, sin que hasta el momento se tenga información de su paredero.
A nivel federal, una vez interpuesta la denuncia, de manera inmediata se asigna un fiscal investigador para recopilar la información y emitir la ficha de búsqueda, ya que se trata un mecanismo preventivo y reactivo para la localización de personas desaparecidas. En el caso de María José esto no ocurrió:
“Llamamos a la Policía Municipal de Valladolid y también llegaron los policías estatales, posteriormente fuimos a la Fiscalía a poner la denuncia. Hasta el domingo no habían asignado un agente para investigar. Hoy me hablaron de la Fiscalía para avisarme que la activarían, no estaba activado ningún protocolo. No me estaban haciendo caso en la Fiscalía, no me quisieron dar el número de carpeta de investigación, no me hacían caso”, relató la madre de la joven.
El padre de María José fue el primero en notar su ausencia, le avisó a la señora Leydi Cristina, quien no se encontraba en casa, pues de lunes a viernes está en Mérida acompañando a uno de sus hijos que tiene cáncer y recibe un tratamiento de radiación.
“Mi esposo me avisó que se salió, la semana pasada ella igual se fue de casa, pero la encontramos en casa de un amigo acá cerca y pensamos que con él se fue. El viernes que llegué a Mérida entré a su cuarto y vi que no se llevó nada, ni bolso, credencial, etcétera, aunado a que desde el miércoles dejó de contestar el teléfono. Yo sentí miedo, me alarmé, esa misma noche fuimos a la casa del amigo donde se quedó antes y no había nadie. A la mañana siguiente regresó mi esposo y no había nadie en la casa, luego logró localizar al joven, pero le dijo que ella regresó a nuestra casa”, explicó.
Leydi teme que su hija sea víctima de algún delito y que se aprovechen de su vulnerabilidad para explotarla. La joven estaba en un tratamiento psiquiátrico debido a que intentaba dejar atrás el consumo de estupefacientes. Sin embargo, tras sentirse más estable dejó la medicación, en consecuencia, por momentos tiene episodios de alucinaciones.
“Es muy difícil, si en Valladolid hubiera un psiquiatra en el Centro de Atención a la Salud Mental (CISAME) sería más fácil tratarla, pero llevarla a Mérida es complicado. A los psicólogos que hay en el CISAME de aquí si iba, fue a sus dos últimas citas, pero no quería ir a Mérida porque tenía miedo de que ahí le recomienden dejarla en el Psiquiátrico”, indicó.
La familia de María José recibió reportes de personas que dijeron haberla visto en Progreso y en Motul, pero lamentablemente la búsqueda no resultó exitosa en esas localidades.