Tras el feminicidio de Dolores, las mujeres de Akil no se quedan calladas
En la marcha, las pobladores aseguraron que las autoridades no escuchan sus llamados de auxilio cuando son víctimas de violencia.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 26 de mayo del 2021.-El feminicidio de Dolores Domínguez Chan se convirtió en un parteaguas para las mujeres del municipio de Akil, ya que no habrá más silencio y denunciarán a sus agresores. Este miércoles, todas sus amigas marcharon y recordaron los años de violencia que vivió, así como sus intentos por buscar ayuda.
Todas coincidieron en que las autoridades no escuchan sus llamados de auxilio y así como ella, tampoco cuentan con los recursos para trasladarse a las agencias de la Fiscalía General del Estado en Mérida o de otros municipios para denunciar.
“En el municipio tenemos la instancia de la Mujer que me gustaría que no sea solo de nombre, ojalá tuviera licenciadas y psicólogas que atienden a las mujeres que piden ayuda y les den más apoyo para que se den cuenta que pueden salir adelante de las violencias”, reclamó su amiga Safira Chulim.
Por su parte, Leydi Domínguez lamentó no poder ayudar a su hermana cuando más la necesitó y reprochó que hasta el final de sus días sufrió violencia de manos de Salatiel C.R., su feminicida.
“Siempre te voy a recordar, le aguantaste todo. Ahorita estamos llorando, pero este dolor ya va pasar porque sé que estás descansando. Me dijiste que yo lo diga y nos contaste lo que pasaba, me avisaste, hermana, y le aguantaste todo, sus fiestas, sus amigos. Sé que no te podías defender y lamento que no llegué a la hora”, abundó.
Poco después de las 9 de la mañana, un contingente de más de 100 personas, en su mayoría mujeres, partieron de la calle 20 a una esquina de donde vivía Dolores. En el trayecto se incorporaron sus hermanas y hermanos, quienes caminaron hasta el mercado municipal, en donde se realizó un acto de micrófono abierto. Ahí, varias mujeres hablaron de la violencia que vivieron y de cómo no encontraron apoyo en las instancias municipales y gubernamentales.
“Hago un llamado a que en el Ayuntamiento hagan caso cuando lleguen a denunciar a sus parejas o esposos, que salgan a buscar al individuo, que sea parejo, no unos sí y a otros no. Te dicen que vayas al ministerio público en otro municipio y apenas tenemos para comer un kilo de tortilla ¿Dónde está nuestro Municipio? No tengo 20 para trasladarme”, reclamó una de las que asistió a la marcha.
Dolores era conocida en Akil porque todos los días vendía panuchos y tortas junto a un árbol de roble. No era un secreto que vivió violencia familiar. Ella trabajaba para sacar a sus hija e hijo adelante. Sus amigas creen que, si hubiera tenido apoyo de las autoridades, la historia sería otra.
“Nos estamos dando cuenta en este momento que proteger a la mujer es una prioridad, no vamos a protegerla ahora que ya no está, debe ser antes cuando ella toca puertas. Cuando denuncian es muy difícil el camino y no quieren seguir, se cansan, no tiene ni dinero ni 8 o 10 pesos para trasladarse a otra ciudad e interponer una denuncia”, manifestó otra de las mujeres que participaron en la protesta.
Laura Puch era amiga de Dolores y organizó la marcha para recordarle al Gobierno Estatal y Federal que tienen una deuda pendiente con las mujeres en general, pero más aún con las que viven en los municipios y huyen de la violencia. Fue clara, pidió respeto e igualdad de oportunidades para todas.
“Urgen derechos de acceso y participación política a los cargos en la administración pública, en la justicia, en la toma de decisiones estatales, en el ámbito laboral, seguridad, capacitación y vivienda. Y exigimos la implementación de políticas públicas y eficaces que garanticen la inclusión de la mujer sin discriminación”, sentenció.
Dolores es la quinta víctima de feminicidio en Yucatán. En tanto, Salatiel se encuentra en espera de la audiencia de imputación y vinculación a proceso por el delito de feminicidio.