Cuando despertó, los dinosaurios y la dinosauria todavía estaban ahí
Dichos y hechos: El PRI no se extinguió en el 2018, López Obrador no les quitó el poder. Los priístas únicamente mutaron en otros partidos, supieron negociar su sobrevivencia y aparecerán en las boletas electorales en las principales candidaturas.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 7 de abril de 2021.- Cuando el electorado yucateco despierte en el primer día de la campaña electoral por Mérida, ahí estarán aquellos personajes que en los hechos forjaron su carrera política y empresarial en el PRI, llegaron a importantes posiciones de poder enarbolando sus colores y hasta hace algunos años pedían el voto por ese partido, pero que ahora en sus dichos son ciudadanos, lopezobradoristas o de izquierda.
De los nueve candidatos que competirán en los comicios por la capital yucateca, cinco son emanados del PRI y dos más tuvieron puestos importantes en gobiernos estatales priístas. Como dicen por ahí, será una “elección jurásica”.
Evocando a Monterroso, los dinosaurios y la dinosauria todavía están ahí. El PRI no se extinguió en el 2018, López Obrador no lo borró de sus bastiones, ni le quitó el poder. Los priístas únicamente mutaron en otros partidos, supieron negociar su sobrevivencia y aparecerán en las boletas electorales en las principales candidaturas.
Quienes los cobijaron en sus filas, como es el caso de Morena, piensan que el pueblo bueno y sabio no tiene memoria y que les perdonarán su pasado. No importa que vengan del “PRIAN”, hay quienes presumen que el “chapulineo” es parte de la evolución de la democracia mexicana. Hay otros más cínicos que aseguran que es necesario abrirles las puertas.
El caso que más llama la atención es el de Verónica Camino Farjat, quien no sólo fue diputada del PRI hace unos años, sino que la corriente rolandista la impulsó para que llegue al Senado con un escaño en la bancada del Verde. Ante el aparente declive del tricolor, se acercó al partido de López Obrador, ese que tanto criticó en su pasado como legisladora estatal, para poder conseguir la candidatura a la alcaldía de Mérida.
Su imposición y oportunismo generó enojo entre la base militante, pues en menos de mes y medio, desde su salida de la fracción de los ecologistas, dejó atrás a muchos que por años han luchado por el proyecto de Morena, sí, desde su fundación. La ambición no es un proyecto político.
En el PRD no tuvieron candidato, esta vez no postularon a ninguna actriz de teatro regional y le apuestan a la candidatura en común de Jorge Carlos Ramírez Marín con el PRI. No es un secreto la relación que existe entre ambos partidos desde tiempo atrás en Yucatán y bueno, los perredistas se quedaron sin opciones al no concretar una alianza con Morena.
También por Mérida competirá Víctor Cervera Hernández, quien proviene de una familia priísta. Será el candidato de Movimiento Ciudadano, pero según él no se saldrá del PRI. La realidad es que al sumarse al proyecto de su prima Ivonne Ortega Pacheco para obtener el registro y nuevas posiciones de poder, podría provocar un importante boquete al partido de su padre y hermano.
En cuanto a Fuerza por México, partido satélite de la 4T que está lleno de priístas, registró de última hora a Ismael Peraza Valdez “Echaniz”, luego de que fue bateado por Morena. Él trae un discurso de ser la víctima de vetos desde que fue diputado con el PRI y se presenta como el redentor que necesita la ciudad, cuando en realidad representa aquel pasado jurásico de amenazas, golpes y cuotas.
Por último, Encuentro Social postuló a Herbé Rodríguez Sahuí, un político que ya no tenía espacios en el PRI desde hace varios años por lo que decidió inscribirse en un partido peligroso, pues como se sabe, al estar ligado con los evangelistas impulsa iniciativas contrarias a los derechos humanos en todo el país.
El PAN no se queda atrás, tan sólo en la planilla de Renán Barrera Concha se incluyó a la expresidente del Congreso local, Celia Rivas Rodríguez; mientras que en la diputación del distrito I su candidato será el polémico Liborio Vidal Aguilar, viejo cacique del priísmo en el oriente de Yucatán. ¿Se trata de ganar por ganar?
En fin, las campañas electorales en los tiempos de transformaciones al pasado están por comenzar y no, no hay sorpresas, pues como dice aquella canción de La Barranca: este dinosaurio no se muere y cuando en algún lado pierde, con la otra mano arrebata.