Las pequeñas compañías son las que se están quedando sin oxígeno, debido a la situación del país, la debilidad del mercado, las restricciones operativas derivadas de la pandemia y la falta de apoyo gubernamental.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 11 de marzo de 2021.-La encuesta de marzo sobre la situación de las empresas en Yucatán realizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)  arrojó que el 10 por ciento “se está quedando sin oxigeno”, por lo que calculan que cerrarán sus puertas en tres meses.

Se trata de una evaluación del Observatorio Estratégico Yucatán (OEY) de dicho organismo en la que participaron 700 compañías de la entidad de diversos sectores, las cuales atraviesan por dificultades económicas por los impactos de la pandemia del Covid-19 y la falta de apoyos del gobierno federal.

“El 10 por ciento indica que les queda 90 días para sostenerse o mantenerse, empiezan a verse en espacios de mucha incertidumbre.  Son del sector terciario, es decir, de los giros de servicios y comercio, que nos dicen que ya se les acabó el oxigeno”, señaló en rueda de prensa Amenoffis Acosta Ríos, miembro del comité del OEY. 

De estas empresas, el 93 por ciento cuenta con menos de 50 trabajadores, es decir, la crisis sigue impactando severamente a las más pequeñas de Yucatán. 

Además, el 3 por ciento de los negocios estima que podrían quebrar en un mes y el 19 por ciento se mantendría un semestre más en esta contingencia sanitaria y económica.

Acosta Ríos recalcó que las compañías le atribuyen esa incertidumbre a la situación del país, la debilidad del mercado, las restricciones operativas derivadas de la pandemia y la falta de apoyo gubernamental. 

Al respecto, el presidente del CCE,  Fernando Ponce Díaz, lamentó que se agota el oxígeno de los negocios, a los que ya se les terminaron sus reservas y sus fuentes de financiamiento para seguirse sosteniendo.

En ese sentido, sostuvo que se vuelve aun más imperativa la exigencia a las autoridades de los tres niveles de gobierno y a los próximos candidatos y candidatas a cargos de elección popular, de evitar a toda costa caer en la tentación de hacer política con el Covid-19, con la distribución y aplicación de las vacunas y con la recuperación económica. “Ni las empresas, ni las fuentes de empleo lo resistirían”, declaró.

Por último, Gustavo Cisneros Buenfil, integrante del OEY, recordó que de abril a diciembre del 2020 se perdieron 21 mil 600 empleos formales en la entidad, pero la cifra quizás se disparó a más de 43 mil si se toma en cuenta que la mayor parte de la población labora en la informalidad. 

Aprovechó para lamentar que México es de los países que menos recursos del gobierno se destinaron para rescatar a las empresas en la pandemia. “Estamos en el mismo nivel de Uganda, porque no se llegó ni al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); sin los esfuerzos coordinados por el gobierno federal será muy complicado que puedan salir de la crisis”, recalcó.