El alcalde de Muna deberá detener las obras que amenazan el medio ambiente en cuanto se resuelva el juicio de amparo.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 1 de marzo del 2021.- Una vez más, el Juez Quinto de Distrito de Yucatán, Carlos Solís Briceño, emitió una medida cautelar a favor de las y los habitantes del municipio de Muna, pues concedió la suspensión definitiva de los avances de la ampliación del cementerio de la localidad, obra que amenaza el medio ambiente. 

Como Haz Ruido informó, desde el mes de diciembre la población intentó dialogar con el alcalde Rubén Carrillo Sosa e incluso le presentaron los argumentos elaborados por especialistas en Arquitectura, Ingeniería y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) sobre el riesgo sanitario que implicaría la construcción, sin embargo, no les escuchó.

Por lo tanto, el pasado 2 de febrero inició la batalla legal con el juicio de amparo 159/2021 presentado por 21 personas, 14 adultos, así como siete niñas y niños, en contra de las obras de ampliación del camposanto.

Cabe mencionar que el juez basó la decisión de otorgar la suspensión definitiva en lo que finaliza el juicio, ante la falta de estudios previos de impacto ambiental, social y de salud pública. 

Además de que el artículo 197-A de la Ley General de Salud del Estado especifica que los cementerios deben estar situados a una distancia prudente y fuera de la mancha urbana, en la parte contraria al viento reinante, por lo que se determinó que el municipio no cumple con estos requisitos. 

Llama la atención que la Dirección Contra Riesgos Sanitarios de los Servicios de Salud de Yucatán también informó que  no se le otorgó al ayuntamiento de Muna el permiso de construcción. Asimismo, durante la visita de verificación sanitaria SAOSB/0617/2020, realizada el 14 de octubre de 2020, se detectaron anomalías.

La lucha que emprendieron las y los pobladores no fue únicamente porque a escasos metros del terreno viven personas, sino que a 10 metros de donde se levanta el anexo del cementerio se encuentra el Centro Casa Verde, que alberga desde hace tres años un programa de prevención de la violencia llamado “Educación para la paz en niñas y niños de Muna”, el cual tiene un enfoque de género.