Por muerte de la estudiante Karla, presentan queja ante la Codhey
Aseguran que la UADY y la Secretaría de Salud fueron negligentes al no proteger la salud mental y la vida de la joven estudiante de Medicina.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 13 de febrero de 2021.- “No creo que esto sea motivo para que te suicides”. Así le respondieron las autoridades de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) a la joven estudiante de Medicina, Karla Gutiérrez Kú, cuando fue a pedir ayuda profesional sobre su salud mental. Ella fue encontrada sin vida en un consultorio médico en el municipio de Tahdziú el pasado 15 de septiembre, tras ser ignorada.
La agrupación Acciones por la Dignidad, que está acompañando jurídicamente a la familia de Karla, informó que debido a que los directivos de la Universidad y de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) fueron negligentes al no proteger su salud mental ni su vida, se interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey).
Sostuvo que en este caso, dejaron claro que la salud mental, la integridad y la seguridad personal de las y los estudiantes no son un tema de relevancia institucional.
La señora María Guadalupe Kú Cobá relató que su hija solicitó ayuda al departamento de Psicopedagogía de la Facultad de Medicina de la UADY para atender su salud mental, pero la respuesta fue una ausencia total de empatía y desconocimiento sobre la atención que debe brindarse a los procedimientos mentales.
“Si no puedes con la carrera, cámbiate” y “no creo esto sea motivo para que te suicides”, le respondieron a Karla cuando pidió apoyo profesional, dejándola en una situación vulnerable.
La estudiante fue comisionada al centro de salud de Tahdziú, ubicado al sur de Yucatán a 140 kilómetros de Mérida, para realizar su servicio social. Ahí no le dieron ningún tipo de protección para mitigar los riesgos de la pandemia de Covid-19.
Además, la obligaron a atender pacientes fuera del horario establecido, bajo amenazas de no liberarle su servicio social. Para colmo, le exigieron que duerma en las instalaciones médicas, sin las mínimas medidas de seguridad, a pesar de que ella les informó que había rentado un departamento en donde vivir.
En ese centro de salud, Karla tuvo al menos dos crisis nerviosas y el personal estaba enterado, pues incluso le consiguieron medicamentos para los síntomas. Pese a esta situación, las autoridades de Salud se negaron a cambiarle sus condiciones del servicio social y afirmaron que su salud mental no era motivo de incapacidad médica.
Con el paso del tiempo, le quitaron los descansos de los fines de semana, por lo que no podía regresar a Mérida para reunirse con su madre. Sin duda, vivía en condiciones de estrés, lejos de las redes familiares y de amigos.
“El día que Karla supuestamente se quitó la vida, se dijeron múltiples versiones que generan dudas acerca de la veracidad de las mismas y se omitió investigar su muerte conforme a estándares nacionales e internacionales relativos a las muertes violentas de mujeres”, precisó Acciones por la Dignidad.
Ante todas estas arbitrariedades y negligencias, su madre Guadalupe Kú Cobá y dicha asociación, presentaron formalmente una queja ante la Codhey para que se investiguen las violaciones a los derechos humanos cometidos por la UADY, la Secretaría de Salud y los Servicios de Salud de Yucatán.
En ese sentido, exigieron que las autoridades responsables investiguen la muerte de Karla de manera seria, diligente y con perspectiva de género, hasta agotar todas las líneas de investigación e identificar a las personas responsables.