Le recordaron a la UADY que tiene una deuda pendiente con la joven Karla Gutiérrez, quien perdió la vida en un consultorio de Tahdziú. Demandan que les garanticen seguridad en su servicio social y pasantía.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 1 de febrero del 2021.– Este lunes, más de 200 estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y de otras instituciones educativas, marcharon en Paseo de Montejo para recordar la deuda pendiente con Karla Jaqueline Gutiérrez Kú, la joven yucateca que perdió la vida el 15 de septiembre del año pasado mientras realizaba su servicio social en el centro de salud de Tahdziú.

Pero también protestaron para exigir justica por Mariana Sánchez Dávalos, quien fue víctima de feminicidio el 28 de enero en la Clínica de la colonia Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, Chiapas, y que fue ignorada por las autoridades cuando un mes antes denunció abuso sexual.

En el caso de Karla, la versión oficial es que se suicidó, pero hoy su madre, la señora María Guadalupe Ku Cobá, relató que su hija sufrió ataques de ansiedad porque fue obligada por la Facultad de Medicina a vivir en la precariedad durante su pasantía.

“Después de fallecida me enteré que tuvo severas crisis de ansiedad que no me fue notificado, la obligaron a estar en un cuartucho, yo le había rentando casas, hice un préstamo para poder equiparla con estufa, frigobar y fui a ponerla en un lugar que se sintiera protegida. Pero la obligaron a estar en ese hospital sin seguro, que hasta yo le tuve que comprar candado, cadena, endeudándome aún más. Hasta papel sanitario, ella misma se lo tenía que comprar”, explicó en la protesta.

María Guadalupe recordó que desde pequeña su hija soñó con ser doctora, pero jamás pensó que al llevarla a Tahdziú no regresaría más a casa. Es por esta razón que marchó junto a las y los estudiantes de Medicina para exigir un trato seguro y justo.

“¡Y no se preocupen porque con mi vida no voy a hacer nada que no sea para bien, porque créanme, me uno a ustedes jóvenes y a todas esas madres para que no haya ni una más, ni una madre como yo  que se desgarre el corazón!”, exclamó.

Las y los estudiantes caminaron desde el Monumento a la Patria hasta llegar al parque de Santa Ana en donde leyeron un desplegado con sus solicitudes, entre estas sobresalen que se cancelen las plazas para servicio social y pasantías en las localidades en donde el Gobierno del Estado y la Universidad no puedan garantizarles seguridad.

Además, que los estudiantes puedan manejar las plazas en parejas, es decir, que haya dos pasantes de Medicina en cada sede. De igual forma, aumentar el monto de la beca, protección jurídica, atención médica para los estudiantes y que exista un médico titular como supervisor en las zonas rurales.

“Estamos exigiendo justicia para Mariana, para Karla y para cada uno de los pasantes. Ser médicos, ser estudiantes, querer mejorar este país no tiene que ser a costa de nuestra seguridad física, psicológica o nuestra vida, nos queremos vivas, ya no tenemos miedo y no nos quedaremos calladas”, enfatizó una estudiante al final de la marcha.