Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 13 de enero del 2020.- En el 2020, debido al confinamiento  por la pandemia del Covid-19 y la ley seca que se adoptó como una de las medidas para evitar reuniones sociales, bajaron las cortinas definitivamente más de mil agencias de cerveza y más de 20 cantinas en Mérida. Los datos corresponden a negocios afiliados a la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope).

En entrevista, el presidente de esa agrupación, Jorge Cardeña Licona, explicó que los comerciantes se quedaron sin ingresos para sostener los gastos que implica mantener estos giros.

“Las agencias tuvieron una afectación muy grande porque literalmente esta gente no tenía recursos para sobrevivir, esto disparó la informalidad para buscar otras opciones y seguir viviendo. Los que no pudieron aguantar el embate fueron más de mil agencias de cervezas por no poder pagar gastos de luz, pago de licencias y demás servicios”, comentó.

Asimismo, enfatizó que quienes más se enriquecieron durante este periodo fueron los clandestinos, que vendían bebidas embriagantes a precios exorbitantes.

Ante esta situación, Cardena Licona recordó que una de las propuestas que plantearon a las autoridades fue que se escalonaran los horarios para la venta de bebidas alcohólicas, pero no fueron tomadas en cuenta.

En lo que refiere a las cantinas, aunque de las 200 afiliadas desapareció el 10 por ciento, esto terminó de enterrar la tradición cantinera de la entidad. Además, el presidente de la Canacope advirtió que en caso de que regresara el confinamiento a Yucatán sepultará primero a los giros relacionados con la venta de alcohol, ya que no son esenciales.

“Los primeros que van a perecer son las agencias, primero por no ser giros esenciales y segundo para no distribuir bebidas alcohólicas y evitar el contagio de Covid-19. Serían los primeros en pagar por los descuidos junto con otros giros”, argumentó.

Ante este panorama, exhortó a la ciudadanía a extremar los cuidados y no salir de casa ni reunirse si no es necesario, ya que no solo podría costarles la salud a miles de personas, también sus fuentes de empleo.