La 4T también impone megaproyectos en territorio maya: Leydy Pech
La ganadora del Premio Ambiental Goldman declaró que el actual gobierno de AMLO está repitiendo el mismo modelo de desarrollo de las administraciones anteriores, el cual no toma en cuenta la autodeterminación de los pueblos originarios.
Criticó que se impongan granjas porcícolas, parques eólicos, el Tren Maya y la agricultura industrial, sin que las autoridades informen de las afectaciones que provocarían.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 1 de diciembre .-La apicultora maya Leydy Pech Martín no sólo se enfrentó a la poderosa trasnacional Monsanto para salvar a sus abejas meliponas y evitar que contamine su pueblo, también alzó la voz ante los gobiernos que implementan un modelo económico que ignora a los pueblos originarios de México.
Precisamente por defender a su comunidad Hopelchén, Campeche, ante el riesgo que representaba el uso de plaguicidas y agrotóxicosen los cultivos de soya transgénica, fue que ayer recibió el Premio Ambiental Goldman de 2020, el más importante a nivel mundial que reconoce a las y los defensores de la naturaleza.
“Este reconocimiento es un compromiso para seguir con la lucha, representa alzar la voz y visibilizar la situación en la que se encuentran los pueblos indígenas, quienes seguimos siendo ignorados por los gobiernos que imponen megaproyectos que dañan nuestro territorio y nos despojan de éste”, sostuvo.
Así como en 2014 inició una complicada lucha jurídica contra el anterior gobierno federal para impedir que Monsanto siembre más de 235 mil de hectáreas de soya genéticamente modificada en la Península de Yucatán, hoy no se queda callada ante otros megaproyectos que amenazan a las comunidades originarias, como es el caso del Tren Maya, obra emblemática de la Cuarta Transformación.
La integrante del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes declaró que el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador está repitiendo el mismo modelo de desarrollo económico de las administraciones anteriores, el cual no toma en cuenta la autodeterminación de los pueblos originarios.
“Nos dicen que estos megaproyectos van a beneficiar a los pueblos en donde se construyen, pero no ha habido respeto ni reconocimiento a nuestras voces. Por eso seguimos interponiendo amparos y denuncias, para poder visibilizar lo que estamos diciendo y proponiendo, no queremos que nos sigan ignorando”, enfatizó Leydy Pech.
La apicultora no tiene miedo de señalar que hay que cuestionar por qué se siguen imponiendo megagranjas porcícolas, parques eólicos y solares, el Tren Maya y la agricultura industrial, sin que las autoridades informen adecuadamente de las afectaciones que provocarían.
“No hay información suficiente, el gobierno no nos informa como debe de ser y están decidiendo sobre nuestro territorio sin tomarnos en cuenta, dañando nuestros principales medios de vida, como la apicultura, la conservación de la semilla criolla o el agua que tomamos de los cenotes”, enfatizó la activista.
Ella no se queda callada, porque se da cuenta de los daños ambientales de los últimos años y de que sus abejas se están quedando sin espacios en donde vivir: la deforestación está acabando con las plantas y flores nativas con las que se alimentan, y los plaguicidas matan sus colmenas.
Leydy Pech insiste: el Premio Ambiental Goldman sirve para visibilizarlo que está ocurriendo, no sólo en el territorio maya, sino con todos los pueblos originarios de Oaxaca, Guerrero y Sonora, entre otros.
Pero sobre todo, para que a nadie se le olvide que ellos mismos conocen sus territorios, que desde tiempos encentraste sus abuelos viven ahí, que no van a permitir más despojos ni que contaminen su medio ambiente. Seguirán defendiéndose y alzando la voz. (Publicado también en El Heraldo de México)