Mujeres mayas de Peto, sin acceso a protocolo de salud por violencia sexual
Investigación arroja deficiencias en los servicios de salud sexual y reproductiva en ese municipio, lo que podría derivar en subregistros de casos de abuso sexual y violación.
Por Lilia Balam
Mérida, Yucatán, 26 de noviembre del 2020.-En centros de salud localizados en Peto hace falta capacitación sobre la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046, para atender a víctimas de violencia sexual. Además, dichos recintos carecen de intérpretes para atender a usuarias mayahablantes que solicitan servicios de salud sexual y reproductiva.
Así lo reveló la investigación “Lo público es nuestro”, del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y la Red de Mujeres Indígenas de Yucatán “Péepeno’ob”, que se realizó en esa localidad ubicada en el sur-oriente de la entidad.
A través del estudio, realizado en la clínica urbana de la cabecera municipal y en la rural de la comisaría Xoy, se detectó que gran parte del personal desconocía los lineamientos de la mencionada Norma.
En el centro de salud de Xoy, el médico no proporcionó información al respecto, y la enfermera admitió desconocer el tema. En el caso de la unidad localizada en Peto, la psicóloga sí conocía la NOM 046, pero no pudo asegurar que el resto del personal de primer contacto supiera tratar casos de violencia sexual.
Las autoras de la investigación manifestaron su preocupación en este tema, pues podría derivar en subregistros de casos de abuso sexual, violación y de interrupciones legales del embarazo (ILE), y también obstaculizar el acceso a este último servicio, así como a medicamentos para enfermedades de transmisión sexual (ETS) o anticonceptivos de emergencia.
Como ejemplo, citaron estadísticas estatales, en las cuales se observa un fuerte contraste entre las cifras de violencia sexual y los abortos legales registrados en Yucatán en el 2016 y el 2017. En ambos años, los Servicios de Salud del estado (SSY) atendieron a 91 víctimas de abuso sexual o violación, pero en el último solo se interrumpieron cuatro embarazos producto de violencia sexual, y dichos procedimientos únicamente se realizaron en Mérida.
“Personal de los SSY nos comentó que puede haber un subregistro, es decir, quienes trabajen con los datos no tengan capacitación o conocimiento para registrar ILE ni casos de violencia sexual. Pero también podría ser que los abortos no estén ocurriendo por los objetores de conciencia. Todo está relacionado con la falta de capacitación y conocimiento sobre la NOM 046”, puntualizó Yamili Chan Dzul, una de las investigadoras.
Por otro lado, aunque al menos 20 por ciento de la población de Peto es mayahablante, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la elaboración del análisis se observó que en ninguno de los dos recintos de salud existe material audiovisual o impreso en lengua maya relacionado con la salud sexual y reproductiva, es decir, sobre la Norma o métodos anticonceptivos. Solamente hay señalética bilingüe.
De acuerdo con trabajadores y trabajadoras de esas clínicas, el presupuesto no alcanzaba para hacer traducciones, precisó Chan Dzul.
Ninguno de los dos recintos cuenta con personal de traducción profesional para las usuarias: ese servicio se cubre de manera “casual”, es decir, si el personal sabe el idioma originario, lo habla. Si no, se busca a alguna otra persona, generalmente otro u otra paciente, para auxiliar en esa tarea.
Ante este panorama, las investigadoras Rosario Nieto y Esther Tuz Canté enumeraron una serie de recomendaciones para las autoridades y personas responsables de los servicios de salud, entre ellas, capacitar al personal médico en temas de salud intercultural y en la NOM 046, garantizar los servicios de interpretación en lenguas indígenas, elaborar materiales audiovisuales e impresos sobre salud sexual y reproductiva en idiomas originarios, y atender los casos de violencia sexual como emergencias, asegurando anticonceptivos, profilaxis y el acceso al aborto.
Durante la presentación de los resultados de la investigación, la responsable del departamento de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género de SSY, Geny Sánchez Fernández, admitió que todavía queda mucho por trabajar en el tema de la salud sexual y reproductiva, pero insistió en que también se han realizado esfuerzos para capacitar al personal del rubro, por descentralizar la distribución de medicamentos en la entidad y por atender a víctimas de violencia sexual. (Foto de Lorenzo Hernández)