Difícil evacuar San Felipe, la carretera seguía dañada
Personal del INCAY reparó de manera provisional la carretera que conecta a Panabá, para que la población pudiera salir ante la llegada de Zeta.
El gobernador Mauricio Vila acudió a los puertos del oriente a supervisar las evacuaciones.
Por Herbeth Escalante y Claudia Arriaga.
San Felipe, Yucatán, 26 de octubre de 2020.- El huracán Zeta golpeará a Yucatán en las próximas horas y la evacuación de la población del puerto de San Felipe se complicó, pues la carretera que conecta a Panabá seguía dañada e inundada, luego del paso del ciclón Delta.
Por tal razón, personal del Instituto de Infraestructura Carrera del estado (INCAY) acudió a esa localidad para reparar de manera provisional dicha vía federal, la cual presenta severas afectaciones desde el impacto del huracán Delta.
“Para ello, se realizaron labores de desazolve y se instaló una tubería que permita flujo del agua. De igual manera, trabajos de rellenado con pedraplén y escombro para dejarla compacta y la gente pueda trasladarse de forma más segura ante la emergencia climatológica”, informó el Gobierno de Yucatán.
Las tareas las realizaron 40 trabajadores del INCAY y se emplearon cinco volquetes, una retroexcavadora, una motoconformadora, así como dos tráilers.
El ayuntamiento de San Felipe confirmó que la evacuación se complicó porque el agua de los ranchos inundados por Delta no permitían pasar en algunos tramos de esa carretera.
Por lo pronto, ante el avance del huracán Zeta hacia territorio yucateco, el gobernador Mauricio Vila Dosal acudió a ese municipio y a Río Lagartos para constatar las acciones y medidas de protección y asegurarse de que la gente de estas localidades se encuentre reubicada en sitios más seguros.
El panista exhortó a quienes todavía se encontraban en sus domicilios, para que, por su propia seguridad, abandonaran sus predios y se trasladaran a los refugios temporales, ya que se pronostica que el fenómeno pueda tener fuertes efectos en esta zona del estado.
El mandatario dijo que se dispusieron refugios en Tizimín y Panabá, los cuales ya se encuentran avituallados para recibir a la población que así lo requiera.
«No debemos confiarnos porque lo más importante es la familia y la seguridad de los nuestros. Hemos dispuesto camiones para su traslado y también los refugios se encuentran listos para recibirlos si así lo deciden. Cuídense mucho», declaró Vila ante los habitantes.
Solo el 10 por ciento de la población evacuó.
De los 3 mil pobladores de San Felipe, solo el diez por ciento accedió a trasladarse a los refugios de Panabá y Tizimín. La alcaldesa Juanita Baltazar Santos explicó que esto se debe al factor económico y al temor de no poder regresar de nuevo a sus casas, debido a las malas condiciones en las que se encuentra la carretera.
“Aún no se termina de recuperar la gente del gasto con Delta, la pesca y la economía se está reactivando y ahora moverse implica un gasto; además, la carretera está en muy mal estado y temen salir y que luego sea difícil regresar a ver cómo quedó su vivienda”, señaló.
Incluso los vehículos y los autobuses para evacuar hicieron fila por cuatro horas para poder salir del municipio, desde la 1 hasta las 5 de la tarde. “Había fila para poder cruzar porque estaban la excavadora y la maquinaria trabajando en la carretera; es una solución de momento porque cuando caigan las lluvias fuertes otra vez se deslavará”, comentó la alcaldesa.
Las lanchas de nueva cuenta fueron aseguradas en las áreas verdes del puerto y en las puertas de las casas de los pescadores. Hasta el momento, el municipio cuenta con señal telefónica y energía eléctrica, pero esperan sentir los efectos y las lluvias del huracán “Zeta” en la madrugada.