Exigen al Gobierno proteger a Anahí, joven víctima de trata y prostitución
Activistas lamentaron que las autoridades están minimizando las violencias que sufrió Anahí, por lo que demandaron que se cumplan las medidas de protección ordenadas por un juez.
Por Claudia Arriaga.
Mérida, Yucatán, 19 de octubre del 2020.– Activistas a favor de los derechos de las mujeres exhortaron al Gobierno de Yucatán a cumplir con las medidas de protección ordenadas por el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Administrativa con sede en la Ciudad de México, para proteger la vida de Anahí, joven que desde los 12 años fue víctima de trata de personas y prostitución.
Este lunes, durante una rueda de prensa ofrecida por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, el Observatorio Ciudadano Nacional de Violencia, la Red de Abogadas Violeta y Todas Somos Fernanda, explicaron que las autoridades han caído en desacato al no proporcionar una escolta que cuide de la joven y continuar con los rondines de vigilancia y auxilio inmediato. Las amenazas y los ataques en su contra se realizaron cuando se deberían estar aplicando estas medidas de protección.
Haz Ruido dio a conocer la historia de Anahí, quien luego de sufrir violencia sexual durante su infancia y adolescencia, ahora sus agresores la están volviendo a hostigar y teme por su vida.
“Minimizan los problemas de las víctimas, los temas de las mujeres, si desde las autoridades la minimizan no atendiéndola desde la solución, sino empezando desde la prevención, entonces qué esperamos de las demás autoridades, todo mundo lo hará. Tenemos una Fiscalía ineficiente, que revictimiza a las mujeres cuando van a denunciar. Tenemos un Gobierno que no se pronuncia en materia de violencia de género, tenemos una Secretaría de las Mujeres que minimiza los números y los casos”, expresó la integrante de la Red de Abogadas Violeta, Yazareth Rosado.
Cabe recordar que Anahí acudió el 4 de agosto a denunciar los hechos, pero en la Fiscalía General del Estado le indicaron que el delito de violación y prostitución ya habían prescrito, por lo que la carpeta de investigación se inició por acoso y amenazas virtuales, que recibió por parte del primer hombre que pagó para violarla, quien se llama Bernardo.
Y quince días después, intentaron secuestrarla a unas calles de su casa. Los hechos ocurrieron cuando supuestamente ya contaba con rondines de vigilancia y auxilio inmediato.
La familia de Fernanda Gual, víctima de feminicidio, también se sumó al llamado y exigió a las autoridades municipales y estatales dejar de invisibilizar y hacer oídos sordos ante una problemática real que cada día va aumentando.
“Todo podría prevenirse con un sistema de justicia con perspectiva de género, de políticas públicas eficaces y una voluntad real de las autoridades. Es por eso que hoy en Todas Somos Fernanda estamos aquí sumándonos a la causa de Anahí y no nos queda más que recalcar que estamos con ella, que cuenta con todo nuestra apoyo porque la queremos segura, pero sobre todo la queremos viva”, declaró Stephanya Gual Martín, quien junto con su madre Lizbeth Ethel Martin Esquiliano formó esta agrupación para luchar contra la violencia de género.
La segunda denuncia que interpuso Anahí fue el 22 de septiembre, después de que un sujeto ingresó a su casa para golpearla. Y la última, el 5 de octubre, en la que, acompañada por la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), se inició la carpeta de investigación 000015/20020 por trata de personas en la agencia especializada de la Fiscalía. Sin embargo, tampoco se le asignó una custodia permanente para salvaguardar su integridad.
Finalmente, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán advirtió que, de continuar ignorando la llamada de auxilio de Anahí, incluido las órdenes de la autoridad federal, se llevará el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y solicitarán apoyo de organizaciones y activistas de todo el país para proteger la vida de la joven y su familia.
Anahí estuvo presente en la rueda de prensa, pero se reservó el derecho de declarar sobre su caso ante los medios de comunicación.
La joven fue explotada sexualmente hasta los 18 años y aunque logró huir, tres años después las intimidaciones para obligarla a prostituirse regresaron a su vida. (Foto de Archivo)