Huhí está de luto, la familia de Érica exige justicia
Están decididos a buscar justicia para que este feminicidio no quede en la impunidad ni en el olvido. Además, sospechan que más personas estuvieron involucradas en el crimen.
Por Claudia Arriaga
Huhí, Yucatán, 6 de octubre de 2010.- En medio del caos por la llegada del huracán “Delta”, el municipio de Huhí enfrentó anticipadamente un duro golpe. Tras 26 días de búsqueda, este martes encontraron el cuerpo sin vida de Érica Anahí Cetz Dzul, en un terreno ubicado en la carretera que conecta con Sotuta.
Alrededor de las 9 de la mañana, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) notificó del lamentable suceso al señor Carlos Cetz Echeverría en la puerta de su casa. Le dijeron que la joven estaba 60 metros antes de llegar al rancho propiedad de la familia Francisco, la expareja de su hija.
“Me llevaron donde encontraron el cuerpo, dijeron que les hace falta sacarlo de allá para llevarla a Mérida, donde le harán la autopsia. Estaba a un costado de la carretera, en el camino que va al rancho, queda lejitos. No vi dónde estaba enterrado”, relató para Haz Ruido.
Y aunque se imaginaban que esto podría ocurrir, nadie se encontraba listo para recibir esta noticia. Nunca se está preparado. “Todos están tristes, llorando por la pérdida, ya supieron que está muerta, pero en realidad nunca pensamos esto”, lamentó.
Recordó que el último día que vio a Érica le pidió que se quedara en casa, pues el miércoles, una tarde antes de su desaparición, regresó temprano del trabajo porque se sentía enferma.
“Al día siguiente se fue a trabajar y yo le había dicho que no vaya, pero respondió que necesitaba ir. Se vistió y a las 6:30 de la mañana la vino a buscar la vagoneta de siempre. Me dijo que al rato nos veíamos y yo le pedí que se cuidara. Es la última vez que vi a mi hija saliendo de aquí”, narró.
Él está consciente de que su hija no quería regresar con Francisco y cree que esa pudo ser la razón por la cual la asesinó. La pareja tenía dos meses de haber terminado, sin embargo, dicho sujeto insistía en reestablecer la relación.
“Ella ya no quería seguir porque constantemente se peleaban y supuestamente a él [Francisco] no le gustaba que ella vaya a Mérida a trabajar. El muchacho venía todo el tiempo a rogarle regresar y ella dijo que no. A veces se veían a escondidas o conversaban, pero ya no quería volver porque la trataba mal”, señaló el padre de Érica.
Carlos enfatizó que él jamás, en los 24 años de vida, le levantó la mano y como todo padre, a veces la regañaba, pero no la juzgó sobre sus decisiones. Incluso, cuando ella decidió mudarse con Francisco y luego regresar a casa, él y su familia aceptaron su decisión.
Florencia Canché, cuñada de Érica, declaró entre lágrimas y coraje que está decidida a buscar justicia para que este feminicidio no quede en la impunidad ni en el olvido.
“Ni una más acá en el pueblo porque es la primera vez que pasa, pero no queremos que vuelva a pasar. Y los que hagan justicia que lo hagan bien, no con dinero se dejen comprar, no porque somos humildes no nos van a hacer caso”, exclamó.
La familia de Érica está convencida de que Francisco no actuó solo y creen que hay más involucrados. Esperan que en los próximos días la autopsia del Servicio Médico Forense (Semefo) revele la causa de la muerte de la joven y confirme sus sospechas.