Con las propinas de empacador, pagaba las quimios de su nieta
Don Miguel tiene 64 años de edad y trabajaba como empacador en un supermercado para completar el tratamiento de su nieta, quien padece cáncer. Todo se vino abajo con la pandemia.
Hizo un llamado a las autoridades estatales para que le permitan regresar a laborar y pueda recuperarse económicamente.
Por Claudia Arriaga.
Mérida, Yucatán, 18 de agosto del 2020.-Antes de que lo enviaran a casa por la pandemia del Covid-19, Miguel Ángel Zapata Amaya trabajaba como empacador en un supermercado de Mérida para poder completar los gastos de quimioterapia de su nieta y apoyar a otros dos que tiene bajo su cuidado. Cada tres semanas, aportaba una parte de los 3 mil pesos que cuesta el medicamento para su recuperación.
La pequeña de 10 años fue diagnosticada con cáncer en los huesos y aunque su mamá se esfuerza para sacarla adelante, le era imposible costear sola todo el tratamiento, ya que también debe mantener a sus otros dos hijo. Por eso don Miguel decidió ayudar.
“No hay medicamentos en el Hospital General Agustín O’ Horán, solo tres veces le han dado a mi nieta y de ahí en fuera todos los gastos nos han tocado a nosotros. Por mis nietos soy capaz de todo, no me gusta verlos tristes ni llorar, me lastima el corazón y por mi nieta que tiene cáncer, aún más”, declaró enérgico.
Miguel admitió que tiene una pensión por los años que trabajó como chófer de transporte de carga y camionero. Al mes cobra 3 mil 100 pesos por parte del Seguro Social, pero el dinero no alcanza.
En el supermercado ganaba entre 150 y 200 pesos diarios en propinas, por eso necesita ese puesto de empacador, pues aunque ha intentado buscar empleo de otra cosa, a sus 64 años de edad nadie lo contrata.
Además, por la pandemia, pareciera que los adultos mayores se transformaron en personas obsoletas. “No he podido hacer nada porque nadie te da trabajo”, agregó.
Hace unos días, sus compañeras y compañeros empacadores fueron a protestar al Palacio de Gobierno para pedirle a las autoridades que les permitan regresar a trabajar a los supermercados, pues se han quedado sin dinero. Indicaron que están dispuestos a cumplir con las disposiciones sanitarias para no contagiarse, pero necesitan regresar a trabajar para subsistir.
Lamentablemente, hubo personas que criticaron su manifestación, sin entender la difícil situación económica por la que están atravesando.
“Muchos se quejan y critican sin saber, que si nuestros hijos no nos apoyan ¡claro que sí! pero también tienen familia y ya me gustaría que las situaciones que nosotros estamos pasando uno de ellos la viva para ver si opinan lo mismo. Desgraciadamente no nos metemos en los zapatos de otras personas, hablamos por hablar”, sostuvo Miguel.
Cada día que no le permiten trabajar se vuelve más difícil recuperarse económicamente, ayer tuvo que empeñar su celular por la cantidad de 500 pesos para pagar la deuda que tiene en la tiendita por pedir fiado.
Y como si fuera una pesadilla, la mala suerte lo persigue. A Miguel le robaron la pensión del mes de julio y aunque ya hizo la reclamación al banco HSBC no ha logrado recuperar su dinero. “Según alguien retiró mi dinero por una transferencia de una supuesta renta de coche y hasta ahora el banco no me ha dado una respuesta”, relató.
Miguel no está pidiendo dinero ni nada gratis, pero al igual que sus demás colegas que acudieron a Palacio de Gobierno, se une a la solicitud para que les permitan regresar a los supermercados con todas las medidas sanitarias. Esta petición no ha sido respondida por el Poder Ejecutivo.