A pesar del divorcio, su exesposo la siguió hostigando y violentando, e incluso le quitó su casa.  

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 17 de agosto del 2020.-Después de nueve años de matrimonio, Laura Ojeda decidió divorciarse. No fue fácil, le costó mucho darse cuenta de que sufría violencia sexual y psicológica y, hasta el día de hoy, hablar del tema es doloroso.

“Él tenía intenciones de exponerme ante otras personas sexualmente hablando, quería forzarme a algo y pues eso fue muy difícil para mi, y al ver la situación, decidí terminarla, ya no podía”, explicó. 

Laura tiene 35 años y hace siete, cuando inició el proceso de separación, le costó trabajo aceptar que vivía violencia. “Estaba muy joven cuando me casé, tenía 19 años, fue mi primer novio. No sabía qué era malo o bueno hacer, fui callada con nuestras amistades, familias y ya no sabía si lo que hacía estaba bien; por eso recurrí a otras personas para apoyarme y me hicieron ver que lo que vivía no era correcto”, lamentó. 

Actualmente, acude al psicólogo para superar esta etapa. Y aunque ha tratado de seguir adelante, su exmarido Emmanuel Aguilar Arjona ha complicado todo. Incluso se apropió de la casa donde vivía con sus cuatro hijos, la cual, Laura aún paga con su crédito de Infonavit.

“Un día salí con mis hijos de la casa, que está a lado de la de su mamá, en un terreno enorme. Cuando quise regresar, ya le había cambiado las cerraduras. Se puso en una actitud violenta y por temor, dejé todo atrás, pues pensé que quizás quedándose con mi casa me dejaría en paz, pues vale más mi salud física y emocional”, agregó. 

Lamentablemente, al momento de que Laura dio por terminada la relación, la violencia fue escalando y pasó a la física. Emmanuel la acosaba afuera de su trabajo y vivienda, y en una ocasión la intentó asfixiar. Todo está documentado y asentando en denuncias, por lo que se emitió una orden de restricción.

A pesar de todo lo anterior y de que no hay resultados de la evaluación psicológica de su expareja como parte del proceso legal, él sigue viendo a sus hijos, situación que le causa temor. “Periódicamente viene a buscarlos, la violencia ya estuvo ahí y a pesar de todo lleva su vida normal y ejerce derechos como padre”, comentó Laura.

La joven decidió olvidarse de la casa e intentó iniciar una nueva vida, alejada de su pasado y del proceso de divorcio. Se resignó a que no podría trabajar en una empresa, pues solo de Infonavit le descontaban casi 10 mil pesos al mes y antes de pagar su casa, prefiere darle de comer a sus cuatro hijos.

Fue entonces que decidió fundar una academia de salsa y bachata “Love to Dance”, pero lamentablemente por la pandemia del Covid-19 tuvo que cerrar sus puertas. La situación de Laura es crítica, se quedó sin su única fuente de ingresos y no tiene dinero para pagar la renta, ya debe tres meses. 

Pero lejos de quedarse de brazos cruzados, ha iniciado un sorteo de productos que le donaron sus conocidos y con el dinero que logre juntar planea pagar la renta y comprar insumos para vender comida. 

Cabe mencionar que ella no quiere recuperar la vivienda, de hecho se ha acercado al Infonavit para regresarla porque no puede seguir pagándola. Sin embargo, como aún sigue casada por bienes mancomunados, Emmanuel se niega a firmar ese trámite.

“No estoy pidiendo que me devuelvan el dinero o que me regalen una casa, quiero dejar todo atrás y poder comenzar, trabajé desde pequeña y me hice de mi carrera a pesar que tenía que cuidar a niños, a mis hijos, trabajaba y estudiaba; solo deseo trabajar libremente sin que me descuenten algo que no vivo. ¡Él está rentando la casa en cinco departamentos!”, reclamó. (Foto de Archivo)

***Si deseas apoyar a Laura, participa comprando un boleto del sorteo para que pueda pagar la renta e insumos para iniciar un negocio de venta de comida. Puedes hacerlo consultando la página de Facebook https://www.facebook.com/LovetoDance.Academia/