Intento de feminicidio, la atacó con un machete
Durante el confinamiento, Rosaura terminó una relación abusiva y comenzó a salir adelante. Hace una semanas, Marcelo ingresó en su nuevo hogar para matarla.
Ahora, herida y sin recursos, teme que este sujeto regrese a cumplir sus amenazas.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 2 de julio de 2020.- A Rosaura Cetina Cámara, huir de la violencia machista durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 casi le cuesta la vida. El pasado viernes 10 de junio, Marcelo C.R., su expareja, intentó asesinarla con un machete en el municipio de Umán.
Hace dos meses, Rosaura decidió terminar su relación de más de dos años, pues el hombre constantemente le decía que iba a matarla a ella y a su familia. «Yo estaba con él porque todo el tiempo me amenazaba de muerte, o con mis hijos y nietos, siempre fue un martirio y además ya tiene otra pareja”, contó a Haz Ruido.
La noche del ataque, a las 20:30 horas, la víctima se encontraba en un predio propiedad de su amiga Saraí Cancino García, en el que vivía desde su separación y donde atendía un negocio de comida con el que se ayudaba a salir adelante.
“Fue en un abrir y cerrar de ojos, él entró hasta el cuarto y solo ví que ella salió corriendo y se cayó cerca de la puerta. Mientras ella se levantaba, él se fue sobre mí y, entre la mesa y el puesto [afuera de la casa], me macheteó”, contó Saraí.
“‘¡A tí te voy a matar!’, me dijo. El machete chocó con la silla y puse mi mano, si no, me hubiera dado cerca del cuello”, continuó la mujer, cuyo hijo también resultó herido.
Tras lastimar a Saraí, Marcelo fue detrás de Rosaura, quien había logrado cruzar la calle y, antes de que un vecino pudiera protegerla dentro de su casa, logró alcanzarla y propinarle un corte en la pierna.
Posteriormente, el sujeto se retiró a pie del lugar e incluso, antes de alejarse del rumbo, amenazó a una de las hijas de su expareja. La Policía Municipal de Umán tardó 25 minutos en llegar y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lo hizo mucho después.
Ahora, al miedo de que este individuo regrese, se le suma la difícil situación económica que atraviesan ambas amigas porque ya no pueden trabajar en el puesto de comida. Tampoco pueden regresar al seguimiento médico ya que no tienen dinero para trasladarse.
Saraí fue sometida a cirugía en la clínica T1 del IMSS y no ha tenido oportunidad de volver a sus consultas de traumatología. Además, una de sus sobrinas que vino a cuidarla desde Ciudad del Carmen, Campeche, se contagió de Covid-19 en el hospital, mientras que su hijo herido contrajo deudas para pagar los gastos.
A Rosaura se le infectó la herida y no puede caminar bien ni pagar un mototaxi que la lleve al Centro de Salud del pueblo para que la curen. A todo ello, se suma una tragedia más: la vecina que fue testigo de los machetazos sufrió parálisis facial por el estrés y el susto.
Cabe mencionar que, al día siguiente de este intento de feminicidio, Rosaura acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar, pero esta no fue la primera ocasión ya que, en 2019, también pidió ayuda a las autoridades porque Marcelo golpeó a su hijo.
El sujeto, además, acumula otras denuncias por agredir a varias personas. “Él se la pasa toda la vida amenazándome, enviando mensajes y me dice que nos está vigilando, ya no puedo vivir así. Ya demandamos y no se ha hecho nada”, lamentó.
El machete con el que fueron lesionadas está en manos de la Policía, por lo que esperan que no dejen pasar más tiempo para presentarlo ante la justicia.