Protestan en el Issste por malos tratos y equipos “chafas”
Personal de Enfermería exige la renuncia de sus superiores, quienes los tratan de forma déspota y no escuchan sus demandas.
No cuentan con el equipo suficiente y de calidad para atender a los pacientes de Covid-19, por lo que varios de sus compañeros ya se contagiaron.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 25 de junio de 2020.- Esta mañana, personal de Enfermería del Hospital Regional del Issste en Mérida, protestó en contra de los malos tratos de sus superiores y porque no cuentan con el equipo y material adecuado para atender a los pacientes de Covid-19.
Las y los enfermeros se manifestaron en la puerta del nosocomio, pues aseguran que reciben tratos déspotas, no existe el personal suficiente para cubrirlos, no les permiten descansar durante sus largas jornadas y porque su equipo de protección “es chafa”.
En específico, exigieron la renuncia de la subjefa de Enfermería, Nicté-Ha Durán Llanes, de la jefa de Recursos Humanos, Wilma Canul Sosa y del subjefe interino de Enfermería, Gibrán Martínez Herrera.
“No escuchan nuestras demandas, nos tratan muy mal, nos responden a gritos, son muy déspotas… nos dicen que sino queremos trabajar que nos vayamos a casa, pero no es eso, sólo queremos mejores condiciones”, apuntó una de las manifestantes.
Aseguraron que el equipo y los trajes de protección se están rompiendo y en ocasiones se los quitan al personal que no tiene pacientes entubados, situación que los pone en riesgo de contagio.
“Nos arrebatan el equipo, a pesar de que tenemos contacto directo con los pacientes que están tosiendo, no es justo”, señaló otra de la enfermeras del Issste.
De hecho, recalcaron que al menos 10 de sus compañeros del hospital ya se enfermaron de Covid-19 por la falta de equipo y que uno de ellos, un camillero que estaba a punto de jubilarse, actualmente está hospitalizado porque su estado de salud es grave.
En la protesta, dijeron que ni siquiera cuentan con agua caliente para bañarse al cambiar de turno, que los cubrebocas sólo duran cinco horas y que no cuentan con el material suficiente para atender a los pacientes.
“Haces un movimiento o estiras el brazo y se rompe el equipo de protección personal, no es de buena calidad”, recalcó otra de las afectadas.