No aguantan más, exigen reapertura del Malecón
Comerciantes de Progreso protestaron en contra del alcalde Julián Zacarías, para que reactive la economía y permita el acceso a las playas, pues por la pandemia se quedaron sin dinero
Por Redacción
Progreso, Yucatán, 12 de junio de 2020.-Comerciantes, meseros, palaperos, masajistas, artesanos y restauranteros, entre otros, protestaron en puerto Progreso para exigirle al alcalde Julián Zacarías Curi la reapertura del Malecón para que puedan trabajar, pues aseguran que la pandemia del Covid-19 los ha golpeado económicamente.
Realizaron la manifestación tras enterarse que el panista pretende que los establecimientos que se ubican en el Malecón se mantengan cerrados y que seguirá restringiendo el acceso a las playas.
“Si no vendemos, no comemos, dependemos de las ventas (en la playa) y no tenemos ayuda. Ya estamos desesperados, necesitamos trabajar, no sabemos qué hacer, no tenemos para la luz ni la renta”, explicó una de las afectadas, quien se dedica a vender chicharrones, dulces, palanquetas y agua.
Las y los manifestantes declararon que el ayuntamiento de Progreso debería permitir que se reactive la economía en esa zona del puerto a través de medidas de sana distancia, así como otorgando cubrebocas y gel antibacterial, entre otras.
“No queremos robar, no somos delincuentes, por eso pedimos al alcalde que no orille a la gente trabajadora a hacer tarugadas, pues la necesidad provoca que uno haga cosas indebidas”, señaló otro comerciante.
Dijeron que están cansados de que el presidente municipal Zacarías Curi ignore sus demandas y por el contrario, “nos manda a sus policías con sus escudos para intimidarnos”.
“¿Qué quiere el señor alcalde? ¿que los narcos nos recluten para que empecemos a distribuir drogas en el puerto? ¿O que empecemos a asaltar las tiendas? Nuestra necesidad nos va a acarrear a eso, a menos que se reactiva la economía”, sostuvo uno de los vendedores.
Insistieron que lo único que necesitan es que se reanuden las actividades comerciales en el Malecón, sobre todo en julio y agosto, periodo en el que arriban visitantes de Mérida y turistas a las playas progreseñas, lo que genera una importante derrama económica.
Además, precisaron que el Covid-19 “llegó para quedarse”, por lo que corren el riesgo de morir por esa enfermedad o de hambre, porque ya se quedaron sin dinero tras tres meses de estar confinados.