Contar hasta 10 en el país de los 10 feminicidios diarios
La campaña refuerza la idea de permanecer callada, de ser pasiva, de que la violencia de género es natural y pertenece al ámbito privado del hogar, al tiempo que el Estado mexicano no reconoce su obligación de garantizar la seguridad y la salud sus ciudadanas.
Por otro lado, el mensaje hacia los agresores es todavía más preocupante, ya que les quita la responsabilidad de sus actos y reduce crímenes atroces a una pérdida momentánea de control.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 28 de mayo de 2020.-Mientras activistas y organizaciones feministas denuncian que 10 mexicanas son víctimas de feminicidio diariamente, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador invita a contar hasta 10 en situaciones de violencia dentro del hogar. Como si fuera comercial de Televisa de hace 30 años, el spot difundido el pasado martes 26 es una suma de estereotipos que naturaliza una problemática que tendría que abordarse con políticas públicas y presupuesto.
Habían pasado apenas 24 horas de la protesta virtual #NosotrasTenemosOtrosDatos, cuyo objetivo fue poner énfasis en que el confinamiento ha agudizado la ya de por sí precaria situación de las niñas y mujeres en el país, cuando la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Consejo Nacional de Población lanzaron esta campaña que no sólo no deja en claro a quién va dirigida, sino que perpetúa la idea de que la violencia es un asunto que pertenece a la esfera privada.
“Antes de que la violencia se apodere de ti, antes de que te enojes con tu pareja, antes de que te desesperes, cuenta hasta 10 y saca la bandera blanca de la paz. Recuerda, si necesitas ayuda, cuentas con nosotros, llama al 911”, es el mensaje tanto para agresores como para víctimas que no matiza edades, contextos sociales, localización geográfica o género, así como tampoco reconoce los distintos tipos de violencia que existen, es decir, las invisibiliza.
En el caso de las mujeres, el “antes de que te enojes con tu pareja, antes de que te desesperes” les sugiere a las que están a punto de ser maltratadas, golpeadas, violadas o asesinadas que respiren profundo, que se relajen y que tengan paciencia, lo que se traduce en perpetuar su vulnerabilidad y apartarlas de su derecho a una vida libre de violencia.
Se trata de un mensaje irresponsable que en ningún momento les brinda información sobre a qué instancias pueden recurrir, únicamente pone a su disposición el número nacional de emergencias que lo mismo atiende reportes de incendios forestales que urgencias médicas o robos, y del cual no se sabe si sus operadoras y operadores cuentan con perspectiva de género o están capacitados para brindar contención.
Es más, se refuerza la idea de permanecer callada, de ser pasiva, de que la violencia de género es natural y pertenece al ámbito privado del hogar, al tiempo que el Estado mexicano no reconoce su obligación de garantizar la seguridad y la salud sus ciudadanas. Sobre todo, las pone en riesgo durante un aislamiento social en el que se han roto récords de delitos contra ellas.
Por otro lado, el mensaje hacia los agresores es todavía más preocupante ya que les dice “antes de que la violencia se apodere de ti, antes de que te enojes”, como si violentar a una niña o a una mujer no fuera una acción intencional y consciente, como si fuera un arrebato pasional. En otras palabras, se les quita la responsabilidad de sus actos y reduce crímenes atroces a una pérdida momentánea de control, en lugar de decirles no violes, no golpees, no mates.
Además, el lenguaje que se utiliza es estereotipado y revictimizante, sin contar con que las imágenes utilizadas son clasistas y no representan la diversidad que hay en México. Como si fuera una telenovela del siglo pasado, el spot perpetúa la idea de que la paz familiar debe mantenerse aún a costa de la integridad y el bienestar de las mujeres.
De esta forma, mientras las autoridades piden que se cuente hasta 10, México continúa sin políticas públicas y presupuestales para afrontar la problemática que a diario le arrebata la vida a 10 mujeres.