Hipertensión, en 46 por ciento de los fallecimientos por Covid-19 en Yucatán
En 2020, han sido reportados tres mil 153 nuevos casos de este padecimiento en la entidad, mientras que el 21.7 por ciento de su población mayor de 20 años vive con diagnóstico previo de esta condición, cifra por encima de la media nacional.
Esta comorbilidad ha sido identificada por la OMS como un factor de riesgo que agrava el cuadro de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 17 de mayo de 2020.- De acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), desde el inicio de la contingencia sanitaria, 47 de las 102 personas fallecidas por Covid-19 en el estado tenían antecedentes de hipertensión: 21 mujeres y 26 hombres con edades que iban de los 35 a los 82 años.
Es decir, 46 por ciento de los decesos están asociados con dicha comorbilidad, a la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado como un factor de riesgo que complica el curso de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Según el más reciente Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, correspondiente a la semana 17 de 2020, en la entidad tres mil 153 personas han sido diagnosticadas con tensión arterial alta, mil 441 mujeres y mil 712 hombres, cuando en el mismo lapso de 2019 se contabilizaban tres mil 17. En total, el año pasado hubo nueve mil 18 nuevos casos y en 2018, siete mil 669.
Además, conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, en Yucatán el 21.7 por ciento de la población de 20 años y más vive con diagnóstico previo de esta condición, cifra que ubica al territorio por encima de la media nacional que es de 18.4 por ciento.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno federal, Hugo López-Gatell Ramírez, ha explicado que, aunque faltan más estudios al respecto, en las personas con hipertensión que se contagian de Covid-19 se han observado alteraciones en la Enzima Convertidora de Angiotensina, lo cual podría relacionarse con el agravamiento que sufren en su cuadro clínico.
El asesino silencioso
La hipertensión, detalla la OMS, “es un trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos”. Se trata de una afección crónica que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias: cuanto más alta, más esfuerzo tiene que hacer este órgano.
La gran mayoría de quienes la padecen no lo sabe ya que no presenta ningún síntoma, por eso se le conoce con el nombre de “el asesino silencioso”; sin embargo, entre las señales de alerta se encuentran el dolor de cabeza intenso, mareos, zumbido de oídos, visión borrosa, dolor torácico, hemorragias nasales, dificultad respiratoria, palpitaciones y tobillos hinchados.
El riesgo de sufrir esta enfermedad se incrementa a partir de los 60 años, así como en las personas con antecedentes familiares y sobrepeso u obesidad. Asimismo, contribuyen el sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo, un alto consumo de sal y el estrés.
La tensión arterial no se cura, pero se controla con medicamentos, cambios en la dieta y en el estilo de vida; de lo contrario, ocasiona daños irreversibles al corazón, el cerebro y los riñones como infartos, insuficiencia cardiaca, aneurismas, accidentes cerebrovasculares, deficiencia renal, ceguera y deterioro cognitivo. (Foto de Lorenzo Hernández)