La temporada de sequía prácticamente se adelantó y se juntó con la del año pasado, por lo que se prevé que las temperaturas sigan aumentando y sin lluvias en los próximos días.

El reconocido meteorólogo Juan Vázquez Montalvo advirtió que se debe prestar particular atención a esta situación ya que, si bien se está viviendo una contingencia sanitaria por el Covid-19, en un mediano plazo se sumarán los impactos negativos de este fenómeno en Yucatán.

Por Guillermo Castillo

Mérida, Yucatán, 5 de abril de 2020.- La falta de lluvias durante el primer trimestre del año hace pensar a los especialistas que Yucatán enfrentaría una de las sequías más fuertes de los últimos tiempos y, por su relevancia, podría ser comparada con un periodo seco que se registró hace 34 años.

Así lo advirtió el reconocido meteorólogo yucateco Juan Vázquez Montalvo, quien explicó que desde 1986 a la fecha en la entidad se han registrado sequías de impacto intermedio como la de 2015, pero la de este año podría ser peor. 

El exjefe del Laboratorio de Hidráulica e Hidrología de la Facultad de Ingeniería ahondó que la sequía de este 2020 se hace particularmente relevante, ya que se vienen arrastrando los efectos de un 2019, que también fue muy seco. 

“Al juntarse prácticamente dos sequías, los efectos en este año vienen muy fuertes, además se adelantó, ya que esta vez inició a finales de enero, cuando debería comenzar en los últimos días de febrero o bien a principios de marzo”, explicó el experto.

Dijo que según los modelos de predicción se espera que el presente mes de abril sea muy caluroso, es decir, se prevén temperaturas máximas de hasta 42 grados, tanto para la capital como para todo el territorio.

“Todos estos factores nos hacen pensar que nos enfrentamos a la sequía de los 30 años, como es conocida”, sentenció. Comentó que hasta el 2 de abril, al menos en la capital yucateca, se cumplieron 39 días consecutivos sin que llueva y con temperaturas igual o mayores a los 37 grados. 

Vázquez Montalvo indicó que la situación es muy similar en el interior del estado. Asimismo, recordó que aún faltan más de tres semanas de abril y todo mayo, para que en junio inicie formalmente la temporada de lluvias. 

Recordó que la última gran sequía que azotó a Yucatán se registró en 1962, cuando se reportó que los pozos se secaron por completo, lo que llevó a la ciudadanía a utilizar el agua de los cenotes para satisfacer sus necesidades. 

Con base a lo anterior, los modelos indican que  para Yucatán se espera una muy calurosa primavera y la intensidad del verano dependerá de la cantidad de lluvia que caiga. 

Vázquez Montalvo externó que el año pasado la falta de lluvias en la entidad se debió a la presencia del fenómeno meteorológico del Niño;  este no es el caso del 2020, sin embargo, los pronósticos apuntan a que será particularmente seco. “Este año no hay nada a qué echarle la culpa, pensamos que es un ciclo de la atmósfera que está cerrándose”, añadió.  

El experto indicó que de confirmarse esta situación, serían los productores del campo quienes resistirían estos efectos y, por supuesto, golpeará su economía. 

Por tal razón, consideró que se debe prestar particular atención a la situación ya que, si bien se está viviendo una contingencia sanitaria por el Covid-19, en un mediano plazo se sumarán los impactos negativos de la sequía en la entidad. (Foto de Cuauhtémoc Moreno)